/ /

¿Cómo fotografiar en interiores o con poca luz?

© Lujie Liu – © Emilia Kohlmeyer

Fotografiar en interiores suele plantear dos problemas: poca luz y gran contraste entre el interior y el exterior. Esto suele ocurrir en lugares naturalmente oscuros (como salas de conciertos, pabellones deportivos, museos, iglesias) o en momentos en los que la luz es naturalmente escasa: a primera hora de la mañana o al anochecer.

Cuando los fotógrafos no pueden contar con suficiente luz natural y tampoco pueden controlar la luz por sí mismos, deben adaptar los ajustes de su cámara para captar la luz de la forma más eficaz posible, aunque sea muy débil. Hay que tener en cuenta varios parámetros.

Ajustes para fotografiar en condiciones de poca luz

Para conseguir una imagen bien expuesta a pesar de una luz ambiente insuficiente, es necesario ajustar la cámara teniendo en cuenta 3 parámetros que determinan la calidad de exposición de una foto: apertura, velocidad de obturación y sensibilidad ISO.

Para fotografiar en condiciones de poca luz, es mejor utilizar un objetivo luminoso que pueda captar mucha luz con una apertura muy grande del diafragma del objetivo. A tener en cuenta: cuanto menor sea el número, mayor será la apertura. Aumentar el diafragma reducirá directamente la profundidad de campo (el área de nitidez de la imagen) y, por tanto, se corre el riesgo de crear desenfoque (bokeh) en el fondo.

El segundo parámetro es la velocidad de obturación, o tiempo de exposición. Cuanto más lenta sea la velocidad de obturación, más luz recibirá el sensor de la cámara y más brillante será la foto. Por lo tanto, es posible aumentar el tiempo de exposición para exponer correctamente la foto.

Por último, el fotógrafo también puede compensar la poca luz ajustando la sensibilidad ISO a un valor alto (la sensibilidad ISO mide la sensibilidad a la luz de los sensores digitales, es esencial para determinar una exposición correcta). Las cámaras más modernas ofrecen una buena calidad de imagen, sin ruido excesivo, hasta ISO 6.400. Aumentar la sensibilidad ISO de la cámara hace que el sensor sea más sensible a la luz. Pero cuidado, también puede deteriorar la calidad de la imagen.

Una solución para fotografiar con poca luz puede ser optar por una sensibilidad ISO baja, exponer a una velocidad lenta si quieres diafragmar el objetivo a una apertura que ofrezca una buena profundidad de campo (por ejemplo f/8 o f/11). Entonces es necesario un trípode para evitar cualquier riesgo de movimiento; también permite afinar el encuadre. Sin embargo, las cámaras, especialmente las híbridas, y los objetivos que disponen de un sistema de estabilización, permiten trabajar a mano alzada. El fotógrafo debe probar hasta dónde puede llegar su equipo a baja velocidad. Algunas combinaciones de cámara y objetivo mantienen la imagen nítida hasta 1 segundo de exposición gracias a la estabilización.

Otra solución es aportar luz con un flash. Para resolver un problema de poca luz, el fotógrafo también puede crear la luz que falta con uno o varios flashes, para iluminar mejor la imagen y obtener el resultado deseado.

El caso de la fotografía arquitectónica

En la fotografía arquitectónica, el contraste suele ser alto entre las zonas que dan al exterior (ventana, puerta, mirador, etc.) y las partes interiores. Si la exposición se calcula para mantener los detalles en las zonas más luminosas de la imagen, las sombras pueden resentirse y perder su sustancia.

Aclarar las sombras con poco detalle en postproducción suele generar ruido y pérdida de diferenciación cromática. El problema se invierte si expones para las sombras. Las altas luces pueden alcanzar una sobreexposición irrecuperable en postproducción: no se recuperará ningún detalle.

La solución es entonces hacer dos imágenes, una expuesta para las sombras y otra para las luces. Las dos imágenes se fusionarán en posproducción, con el fin de restituir lo que el ojo es capaz de registrar en
situaciones de alto contraste.

Publicaciones Similares